Old Good Times. Nashville Pussy - "High As Hell" (2000)

Seis largos años han pasado ya de la edición de este disco, la obra cumbre del matrimonio Cartwright/Suys quienes "colocados como el infierno" y blandiendo sus guitarras eléctricas ofrecieron al mundo una inyección intravenosa de puro rock sucio y abrasivo. Eran por aquel entonces los Nashville Pussy una de las bandas más excitantes y peligrosas del circuito rockandrolero de los States, con una actitud y presencia escénica sin parangón.

La sola visión de la portada, con un Blaine Cartwright apuntándote con una escopeta de cañones recortados te avisa en buena medida de que lo que te vas a encontrar en este "High As Hell" no son canciones sino auténticos disparos, disparos guitarreros y demoledores con un Blaine haciendo gala de una voz poseída por todos los demonios del averno, desgranando unos textos donde las temáticas de sexo, drogas, alcohol o la mismísima guarida de Lucifer están a la orden del día. En un disco como el que nos ocupa destacar un tema sobre otro es tarea ardua ya que estamos ante una verdadera colección de himnos, ahí están para corroborarlo la demencial "Shoot First and run like Hell"o la imperecedera en su repertorio "Strutin' Cock" temas resultantes de unas influecias asimiladas a la perfección, poniendo millas de por medio de caer en la copia barata y con unas guitarras que suenan a pura gloria. Además, no se olvidan del entorno geográfico lo que se puede apreciar en temas como "Go To Hell" , donde, sin dejar de lado sus patrones sonoros, se dejan querer por el Southern más afilado. Por si fuera poco, tras semejante exhibición de poder se permiten el lujo de tocarse el "Rock n' Roll Outlaw", de los segundos en importancia de las antípodas, Rose Tattoo.

De propina (en la edición del 2001), encontramos unos bonus de lo más jugoso; versiones en directo de su "Strutin' Cock" y del "Milk Cow Blues" pasadísimas de revoluciones, un tributo a sus colegas de Noruega, Turbonegro, haciendo un "The Age of Pamparius" manifiestamente mejorable, y, cómo broche de excepción una revisión del "Highway To Hell" , que, amén de bordarla no podía resultar más apropiada ya que este disco, a su manera, constituye una auténtica bajada a los infiernos de la mano de unos Nashville Pussy poseídos por la electricidad y el desenfreno guitarrero.

Con "High As Hell", demostraron ser algo más que unos AC/DC con regusto Southern, pasando a ser una gran banda de Rock n' Roll atemporal, con un historial de discos increíbles y de noches para el recuerdo.