Old Good Times. Pretty Boy Floyd - "Size Really Does Matter" (2004)

Pretty Boy Floyd pertenecen a ese elenco de bandas que descubrí a través de aquella gran web que fue rocktrip, recuerdo que, en su sección de clásicos escribían sobre su "Leather Boyz with Electric Toyz", mientras que, el que firmaba aquellas líneas aseguraba que, aún no siendo un clásico en toda regla, era uno de esos álbumes entrañables que siempre están ahí.

Las mismas palabras podrían decirse sobre este "Size Really Does Matter" con el que Steve Summers y un puñado de mercenarios hicieron que el nombre de Pretty Boy Floyd volviese al negocio. Si, quizás se encuentre a algunas millas (por debajo) de sus compañeros de sección o su producción deje mucho bastante que desear o incluso la voz de Summers no hile tan fino como en anteriores entregas pero los temas que componen este "Size Really Does Matter" derrochan frescura, energía y, sobre todo, sus creadores transmiten la sensación de venir de vuelta de este mundo, el del Rock n' Roll.

Una vez desplegada tanta palabrería al respecto, lo que nos encontramos en este redondo con un título tan verídico ("el tamaño importa"), son un puñado de temas que a buen seguro asquearán a los fans mas glammíticos y cerrados de los PBF 80's, ya que, para la ocasión Summers intentó dar un lavado de cara al sonido de la banda adaptándolo hacia derroteros más modernos, obteniendo así cortes como "Dead", "Suicide", "I've Got Nothing" o "Fuck The Rock" esta última una jodida declaración de principios.

En definitiva, es perfectamente comprensible que la audiencia se incline por su "Leather Boyz..." aquel clásico de Serie B de la recta final de los 80's, donde Pretty Boy Floyd, cómo si de unos Motley Crue de saldo se tratasen facturaban estribillos chiclosos y con gancho, pero ahora mismo está sonando "It's Alright" a todo volumen en esta habitación, y, mientras escucho a Summers corerar que esta es la vida que quiere vivir y este es el camino que ha elegido no puedo evitar pensar que esta es la cumbre de estos auténticos malditos de la escena de Los Angeles.