miércoles, 13 de junio de 2007

Dead Boys - "Young, Loud and Snotty" (1977)


Young, Loud and Snotty. El primer paso discográfico de los ya inmortales Dead Boys y una de las últimas exhibiciones de poder del genuino Punk Rock americano, antes de que éste se convirtiese en una gran maniobra comercial asentada en tierras Británicas.
Formados un par de años antes en Cleveland, los chicos muertos capitaneados por Stiv Bators tomaron la más que sabia decisión de mudarse a NYC, la ciudad punk del momento, donde los Ramones reinaban por todo lo alto y nombres como Blondie o The Dictators, aunque en menor medida que los de Queens, brillaban con luz propia.
Y fue en ese panorama, tras incontables noches en el CBGB -ya fuese tocando o entregándose a sus vicios- y exprimir el frenético ritmo de vida que sólo puede ofrecer la ciudad por excelencia donde se fraguaron las canciones que terminaron por dar forma a este su debut. Un debut, que, si tanto por razones geográficas como de actitud se puede -y se debe- tildar de Punk, tiene una serie de elementos que, por así decirlo, los distanciaban en cierto modo de otros compañeros del género. Pincha las iniciales "Sonic Reducer", "All This And More", "What Love Is?" y "Not Anymore" y, además de llegar a la inequívoca conclusión de que son cuatro cortes inmortales, podrás apreciar una dosis extra de crudeza, sobre todo en las fieras guitarras de Cheetah Chrome y en la voz de un Stiv Bators que escupe textos oscuros, tan llenos de rabia como de chulería, de un desencanto y un dramatismo atípicos en la generación del "Faster and Louder". Más highlights podemos encontrar en el Rockandrollerísimo "Caught with the meat in your mouth", que suena como un gran éxito de la década de los 50's pasadísimo de revoluciones -impagable la estampa que nos ofrecían al hacerla en directo, con una tipa haciéndole una felación a un Bators fuera de sí-, en la macarra "Ain't Nothin' To Do" o en ese tramo final del disco tan rematadamente oscuro, formado por "I Need Lunch", "High Tension Wire" y "Down In Flames" -especial mención a esta última, que pone un broche de lo más desquiciante al redondo-
En definitiva todo un clásico del punk -y del rock- que puede competir perfectamente con cualquiera que se os esté viniendo a la cabeza. Pero la suerte no estaba hecha para ellos,y, si a día de hoy apenas se conoce su legado discográfico, en su día, hará ya tres décadas, tampoco gozaron de una fama boyante, lo que desembocó en una rápida desaparición producida un par de años más tarde, dejándonos por el camino un segundo intento titulado "We have come for your children" de lo más recomendable también. Era el final de una historia y el comienzo de otras tantas, Stiv fundó a los más oscuros Lords Of The New Church para luego iniciar una carrera en solitario -durante la cual nació el grandioso "Disconnected"- y finalmente encontrar la muerte -en extrañísimas circunstancias-. Sucedió en París, corría el año 1990. El final de una historia.

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