Rescatar una sola pieza de la discografía de esta genuina banda de culto yankee es ardua tarea, no sólo por la calidad que atesora, sino por su diversidad. Como buenas esponjas musicales que eran, los Groovies se aventuraron por distintos parajes sonoros: Poca relación hay entre el Raunch n’ Roll que practicaran en “Flamingo” y el Pop Rock deudor de los Beatles y The Byrds de “Shake Some Action”, tanto como decir que en el primero sonaban a R’n’R americano de alta gradación y en el segundo daban la impresión de ser una banda de la British Invasion .
Yo personalmente me quedo en medio, en tierra de nadie, y selecciono este “Teenage Head” que a la postre fue su álbum de transición (Roy Loney abandonó la banda tras su grabación) Para la ocasión, Cyril Jordan y los suyos sonaron más que nunca a sus adorados Stones: Desde la inicial “High Flyin’ Baby”, pasando por la acústica “City Lights” hasta la versión que se marcan de “Have You Seen My Baby” todo rezuma Jagger/Richards por los cuatro costados (Cuenta la leyenda que el mismísimo Mick Jagger temía que este disco fuese mejor recibido que su “Sticky Fingers”) Pero aquí hay más, mucho más: El tono vacilón no exento de melancolía de “Yesterday Numbers”; “Teenage Head”, donde suenan como si Alice Cooper fuese un redneck de Texas; Roy Loney cantando como todo un Elvis en “Evil Hearted Ada”; La tristeza infinita de Whiskey Woman… Los Flamin’ Groovies parieron una rodaja de Rock en mayúsculas, bebiendo por igual del Rock de los 50’s, del blues y de los primeros Stones. Imprescindible.
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