En este mundo hay tipos rebosantes de talento, tipos que creen en sí mismos, tipos que van tan lejos en lo que ellos consideran su arte que son capaces de sobrevivir a todo y a todos, incluido a ellos mismos. Se cuentan por pocos, y su estirpe es la de los supervivientes, aunque para que estos existan, antes debe de haber una colección de nombres, igualmente brillantes que se quedaron en la cuneta, dejándose llevar por sus demonios interiores, sus vicios, la consabida presión.... Son los malditos, y no creo que deba especificar en que liga jugaba el Rocker Junkie por excelencia: Johnny Thunders.
A Star Is Born....
Desde sus lejanos inicios allá por el 71 con los glamíticos (e imprescindibles) New York Dolls se podría afirmar que Thunders, si bien distaba de ser un genio, lo tenía, se alió con unas locazas de los Stones, The Shangri Las y el buen y viejo Rock n' Roll que les legó la década de los 50's, para obsequiar al mundo con un par de bombas de relojería como son el homónimo "New York Dolls" y el más que recomendable "Too Much Too Soon", abriendo de paso la verja del Punk Rock y del Glam más sucio que reinó en los States durante los 80's. A pesar de semejantes méritos en su haber, la historia de las muñecas distó (y mucho) de ser un camino de rosas: Fracaso, adicciones y muerte (la de Billy Murcia, su primer batera) jalonaron su tristemente breve trayectoria, más breve aún para nuestro hombre, que abandonó el barco en el 1975.
Tras dar carpetazo a la banda de Johansen, Thunders formó uno de los combos punks con más enjundia de todos los tiempos, The Heartbreakers, junto a su compañero en los NYD, Jerry Nolan y a ese icono punk en potencia llamado Richard Hell. A pesar de lo igualmente breve de su trayectoria, la formación facturó el ya clásico L.A.M.F y un live album en el Max Club de Nueva York. Para entonces Thunders arrastraba ya un considerable historial en lo que a drogas se refiere, un hábito que, además de ensombrecerle su carácter en lo privado, lastraba la actividad en directo de la banda. Desgraciadamente, esto sería así durante toda la carrera del legendario guitarrista, que se vería obligado a cancelar decenas de conciertos debido a su tormentosa relación con las tóxicos. Aunque también es cierto que esa relación fue la que hizo posible que, en pleno ocaso de la década, Johnny sorprendiese a propios y extraños con su obra más reivindicable "So Alone", un álbum donde predomina un espíritu más clásico que en anteriores entregas, con metales, coros, guitarras surf y un acentuado sabor rock n' roller del de toda la vida, el resultado: Temazos ya inmortales como "You Can't Put Your Arms Around a Memory", "Hurtin'", "London Boys", "Leave Me Alone"..... Resultantes de los ingredientes mentados más arriba, pero que jamás hubiesen sonado de esa manera si el modus vivendi del seis cuerdas hubiese sido otro, y es que todo en el disco transmite fragilidad y melancolía, desde la portada a la actitud con que Thunders encara los temas. Quizás pretendía hacer un disco divertido de Rock n' Roll, pero el resultado fue el ya mencionado. Fuera como fuere, todo un clásico de la música. Como dato curioso señalar la impresionante lista de invitados que campa por el disco, resultando todo un punto de encuentro entre buques insignia del Hard Rock (Phil Lynnot, Steve Marriott) y del Punk (Steve Jones, Glen Matlock) amén de futuras estrellas (Chryssie Hynde, de los Pretenders) entre otros. Una manera envidiable de poner punto y final a una década, sí señor.
Times Has Changed.
Los 70's han pasado, es el final de una década (Si bien los Ramones dicen eso de It's the end of the century) El punk renació -A un nivel estrictamente comercial- para luego consumirse de la mano de los Sex Pistols y la escena a la que un día perteneció el protagonista de estas líneas ya no existe. Si, los 80's eran nuevos tiempos para Johnny. Unos tiempos oscuros, con los fantasmas de la heroína y el alcohol haciendo cada vez más mella en su vida, responsables directos de que la actividad de Mr. Thunders, tanto a nivel discográfico como en lo tocante a girar, decreciera progresivamente. Tras una efímera reunión de sus Heartbreakers, Johnny pasó una temporada afincado en París, acompañado de dos gypsys del calibre de Stiv Bators y Michael Monroe (milagroso que con semejantes compañías el lider de Hanoi Rocks siga entre nosotros), declaraciones posteriores de Monroe hablan de constantes trapicheos con camellos de la ciudad, salidas de tono por parte de sus compis de piso y, en definitiva, de una temporada al límite en la ciudad del amor (a la droga, en este caso)
Tras ese pequeño paréntesis Johnny retorna - a su manera, claro está- a la rutina disco-gira ofreciendo shows que, según que condicionantes, pueden ir de lo infame a lo más que aceptable, sí, los tiempos ya no son lo que eran y, a pesar de ir respaldado por toda una big band(coristas, secciones de viento, versiones de clásicos) empiezan a hacerse tristemente frecuentes las noches en que, el que fuera el primer guitarra del punk, ofrece conciertos que, sencillamente, no estaban a la altura de la leyenda. La adicción empezaba a mostrar su -más aún- tétrico reverso, y para Thunders todo aquello había dejado de ser divertido hace mucho tiempo. Finiquita -discográficamente hablando- la década publicando Copy Cats, un disco de versiones en el que, con la colaboración de Patti Palladin, interpreta clásicos radiados durante los 50's/60's. A un servidor le parece un redondo que, a pesar de tener algún que otro momento salvable, resulta de lo más mediocre en conjunto. No hacía falta ser parte del entorno de Thunders para darse cuenta de que el final estaba cerca, constantemente.
The End of a Era.
Corría el año 1991 y Johnny Thunders acababa de protagonizar una gira triunfal por tierras Japonesas. Al parecer los shows fueron un éxito en todos los aspectos, mostrándonos a un Thunders en forma de nuevo, si bien algo más calmado, haciendo gala de una tablas y un saber estar inéditos hasta la fecha. Japón fue el último tramo de la gira mundial de la banda, y la última ocasión de poder ver en vivo y en directo al que fuera guitarra de los New York Dolls. Una vez terminado el tour, Johnny decidió tomarse unas merecidas vacaciones, y, tras una estancia de lo más problemática en Tailandia (Solo diré una cosa: Hay que tenerlos bien puestos para llegar colocado de heroína al aeropuerto de un país donde tanto el consumo como el tráfico de estupefacientes están castigados con cadena perpetua y salir airoso del trance) decidió volver a los EE.UU, más concretamente a New Orleans.
Se han corrido ríos de tinta sobre las últimas veinticuatro horas que pasó Johnny Thunders en la ciudad del Jazz, algunos hablan de sobredosis de metadona, otros sostienen que aquello no fue un accidente, ya que Thunders se sabía tocado de muerte (leucemia y posible VIH) y quiso poner fin a su vida a tiempo, y por último, tenemos la versión de un insigne ciudadano de New Orleans a la par que testigo de excepción: Hablamos de Willy DeVille.
DeVille residía justo enfrente del motel en el que se hospedó Thunders,y, al parecer, lo que tendría que haber sido una visita de cortesía del primero al segundo, acabó en el descubrimiento del cádaver de Thunders en su habitación. Si bien en un primer momento el que fuera cantante de MinkDeVille no abundó en el tema e incluso difundió una historia falsa de lo acaecido (En la que afirmaba que el bueno de Johnny murió abrazado a su guitarra) para proteger la reputación de su colega, acabó confesando la verdad y, de paso, relatando su versión de lo sucedido: En su opinión, Johnny fue fichado por un par de camellos de metadona de la ciudad que incluso intentaron venderle su mercancía, llevándose un no por parte del guitarrista, que se encontraba más interesado en un buen chute de heroína, ante lo cual los camellos, deseosos de dólares, decidieron hacer una mezcla de su metadona con "vetetuasaberqué", personarse en la habitación de Thunders y cerrar el trato. Johnny arrastraba un mono considerable, y quiso creer que aquel par de pedazos de escoria decían la verdad, compró, probó.....y murió. Lejos de encontrarse a un hombre abrazado a su guitarra, como indicaba la romántica versión de DeVille, lo que allí se pudo ver fue a un tipo tirado en el suelo, con un rictus de puro horror, que había dejado este mundo no sin antes arañar las paredes de la habitación en un último acto de dolor. Quizás su agonía no sobrepasase los veinte segundos de duración, pero cuesta imaginar lo que tuvieron que ser para Thunders.... Era el final de todo un personaje como Johnny Thunders, genio y figura, pero también lo fue de una era: Y es que el fue, junto con Bators, uno de los últimos exponentes de la vida al límite a la Neoyorquina, un par de reliquias del punk más máldito de los 70's,desaparecidos en un plazo de menos de dos años, aunque bueno, nadie en su sano juicio hubiese llegado a imaginar que Thunders llegaría a salvarse de sí mismo hasta el año 1991.
No ha sido lo que se dice una historia alegre (de hecho nadie dijo que iba a serlo) Quizás Johnny no quiso que hubiese sido así, quizás solo quería hacer sentir a su público lo que el sentía al oír, allá por los 60's, aquellos hits de los Contours (aquel Do You Love Me?), pero eso es algo que nosotros jamás podremos saber, mientras, hagamos rodar cualquiera de los discos que nos legó durante su tormentosa, bohemia y única vida.
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5 comentarios:
Impresionante artículo tio!
Puede que la droga fuera la culpable de muchos de sus grandes canciones pero lo cierto es que en los casi 20 años que pasaron desde el primer disco de los Dolls hasta su muerte, el número de discos que publicó es bastante pobre a cusa de que la droga fue en todo momento su prioridad.
De lo mejor que he leido en mucho tiempo sobre uno de mis idolos,algún que otro afamado rock critik daria un brazo por poder firmar algo como lo qyue tu has escrito.
Enhorabuena amigo¡¡¡¡
Barry/56
enhorabuena amigo
johnny era y es el rock n roll donde quiera que esté es grande
muy bonito lo de deville, me quedo con su versión.
a mi el disco de copy cats me gusta mucho tio (como todo lo que escuche en estudio de este hombre)!
un recuerdo para philip lynott que si bien era más profesional que este hombre despiertan en mi corazón sentimiento parecidos al escuchar su música
johnny: rock n roll heart!!!
Con dos cojones ,si señor,que vayan aprendiendo de ti,los Gonzalos y los Juliá de turno.
Brindo por ti y por tu articulo¡¡¡¡
Barry
Un post maravilloso. Johnny fué uno de ls mejores legados que nois dejó el punk y lo admiro profundamente. O tra cosa es que fuera un desastre en su vida pero era un puto crack y su forma de tocar la guitarra inigualable.
Saludos.
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