Grabado en dos pistas y en unas cuantas de horas (se necesitan más?!) “Here are the Sonics!” es su álbum de presentación y el único objetivo que deseaban cumplir, es sonar lo mas desgarrado y sucio posible (el agujerear con un picahielo los altavoces, fue un medio efectivo, si) La banda adopta la voz, y los alaridos, por qué no decirlo, de un Gerry Roslie al teclado totalmente desquiciado y desquiciantes serán las letras que éste realizará para el grupo.Los hermanos Laripa al bajo y a la guitarra asumirán el papel de líderes, que su sonido resulte lo más atronador posible será su única obsesión. Pronto se ven eclipsados por la figura de Roslie,que comparado con un nuevo Little Richard acaparará toda la atención de sus fans. Las baquetas de Bob Bennet,famosas por volver locos hasta a sus propios compañeros, el saxo de Rob Lind…el frenesí se apoderará de una forma casi diabólica de la banda, y hasta tal punto es cierto, que este frenesí les llevará a adelantarse al garage y al punk-rock, y todo eso en unos todavía edulcorados años 60. Tenían mucha prisa estos chicos,si.
Solo hay que pensar que si en el 2008, the Sonics llega a escandalizar oídos, imaginad la que se pudo liar en el noroeste de la conservadora Norteamérica con este disco de 12 temas, de los cuales 8 son versiones. Abre el redondo uno de sus mayores éxitos “The Witch”, Roslie nos berrea desesperado las consecuencias de enamorarse de una chica que no tiene compasión, le sigue “Do you love me?” la versión de Berry Gordy, “Roll over Beethoven” el gran tema de Chuck Berry, o “Good Golly Miss Molly” de Little Richard, dejan claro sus influencias y preferencias, otorgando a su vez su particularismo toque pasado de vueltas sucio y primitivo. “Have love will travel”escrita por Richard Berry es una de mis preferidas y “Psycho” que con el tiempo se ha convertido en el himno de la banda, es donde mejor apreciamos hasta que punto llega la demencia que emana de la voz y de los instrumentos a destiempo de estos sónicos.
“Here are the Sonics!” es la gran broma pesada del año 1965. Después vendrían otros discos de estudio más “serios” y la fórmula que les llevo a esa revolución sónica parece que se desinfla, pero no cae en el olvido para bandas que vendrían después.
Es por ello que particularmente, me quedo con este disco el cual todo hay que decirlo, para que surta el efecto deseado es mejor escucharlo del tirón y sin treguas:
el resultado es idéntico al que sentimos cuando despertamos de un mal sueño.
Dentro de dos días comenzará en Londres su gira de reunión. Cuarenta años después la música de esta banda de culto no ha sufrido el paso del tiempo porque conserva lo primordial, el seguir sonando primitivo, desenfadado y enloquecedoramente discordante.
Quién lo diría, The Sonics con la apariencia de hijo que toda madre desearía tener, habitaban ya a mediados de los 60 en las cavernas del más fiero y salvaje rock’n’roooll!!
miércoles, 19 de marzo de 2008
Old Good Times.The Sonics -Here are The Sonics!- (1965)
1965. Mientras los Beatles se cubrían de gloria, unos chicos de Tacoma (Washington) rompían tímpanos a todo aquel que quisiera escucharles...y les dejara terminar. No, no os fiéis de su aspecto de chicos buenos de campus universitario, porque a los Sonics no les interesa lo más mínimo, la paz en el mundo o un submarino amarillo. A estos adoradores de Little Richard y Chuck Berry les hace la vida imposible la estricnina y féminas de largo pelo negro y algo brujas. Es por ello que su música va a ser resultado de la velocidad de sus neumáticos y de la psicosis de sus mentes. Quien diga q en los 60 no existía aún el salvajismo en el r’n’roll es que todavía no ha escuchado a The Sonics.
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