Como bien comentaba Fernando Pardo en los últimos minutos de su show, Sex Museum son una de esas bandas que se deben al apoyo de sus fans, por lo que adquisiciones de este tipo no están de más si quieres seguir teniendo la posibilidad de ver a menudo a este gran grupo. Ok, resulta algo triste la idea de que la -no- adquisición de unos Cd's y unas camisetas pueda poner en jaque el futuro de una banda, pero así están las cosas.
En lo referente a música, el disco consta de catorce temas pertenecientes a anteriores entregas de los Madrileños (principalmente de lo que llevan editado en esta década) que han sido regrabados para la ocasión, además de un tema nuevo extra como lo es "Wassa Massa" . Lo que en principio pueden parecer los ingredientes ideales para un sacacuartos en toda regla, se tornan en un curioso "greatest hits", donde la banda, pasa un puñado de temazos pretéritos por el filtro de un nuevo sonido, más directo, guitarrero y con mayor presencia -aún!- de la voz del bueno de Miguel Pardo.
A poco que pulsemos el "play" y nos dejemos llevar veremos que, más allá de su eterna condición de animales de escenario -lo cual es también muy cierto-, hay también una carrera variada, atrevida y lo más importante, rebosante de calidad. Además, un lanzamiento como el que nos ocupa nos permite ver que en el universo de Sex Museum hay lugar para temas festivos como "Red Ones" o "Let's Go Out", composiciones más densas de alto octanaje -que suelen llevar la firma de Marta Ruiz- como "Landlords" o "Something For Real", letras de tintes más "reivindicativos" (y entrecomillo el término porque no caen en las cotas de verguenza ajena a las que llegan otros) caso de la citada "Landlords" o "Jet Sam", en la que arremeten contra los States en plena guerra del Golfo. Y sería imperdonable olvidarse de los arrebatos de resentimiento y "ego trip" -respectivamente- que nos encontramos en "I've Lost My Faith" y "Flyin' High" ,de ese encantador momento Pop titulado "I Enjoy The Forbidden", del rollo Serie B de "Black Mummy" -Con una letra más propia de Killer Barbies que de ellos- o de esas composiciones que llevan el sello de Fernando Pardo y que son verdaderos highlights, caso de "Two Sisters", "Ghost Without a Will" o "Can't Stick Around". Sí, ha sido todo un acierto eso de incluir las letras, ya que con el añadido podemos comprobar que, además de los shows y la música, estos tipos cuidan el aspecto lírico de la banda.
Concluyendo, si tienes la suerte de que estos titanes del rock recalen en tu ciudad, no te conformes con ir a verlos, píllate este redondo y sumérgete en una sesión de Rock n' Roll de primera clase, cortesía de la mejor banda que este país vió nacer.
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