Supe de la existencia de estos tipos hace unos meses, a través de la web de Mauro Entrialgo. Echando un vistazo a las portadas que ha realizado el famoso historietista (Entre las que se incluyen trabajos para The Pleasure Fuckers, La Secta o el sello Munster Records) Di con este proyecto, del que en ese momento sólo pude saber que fue editado en el '96 por Roto Records. La casualidad quiso que un tiempo después, mirando en Hand Grenade Heart diese de nuevo con tan castizo nombre, bajo el que por lo visto se escondían nada más y nada menos que Steve Baise (Miembro de uno de los combos más explosivos del NYC 90's, Devil Dogs) y Fernando Pardo (Sex Museum, Los Coronas y sobre todo, uno de los ídolos del abajo firmante, que lo sepas). Con semejantes mimbres de por medio, leer esos nombres y lanzarme a la búsqueda fue todo uno.
Como suele suceder en estos casos, se dan una serie de circunstancias simultáneas que hacen del hallazgo algo casi imposible: Desaparición del sello que lo editó, disco -eso por supuesto- descatalogado, una banda de Rockabilly que ha tenido la genial idea de adoptar el mismo nombre... Cuando ya había perdido casi toda esperanza de encontrarlo, y buscándolo casi por inercia, di con él: Ya se sabe, los caminos del R'n'R son inescrutables!
Es lo que tiene lo arduo de la búsqueda: Unos tristes y fríos archivos de mp3 pasan a ser acogidos como si del más valioso vinilo se tratase, llegando a ser considerado secretamente como un tesoro más de tu colección (Comportamiento ilógico a todas luces, pero no por ello menos verídico) Podríamos decir que The Matadors fue el producto de una de esas "excursiones rockeras" si se me permite la expresión, a las que tan dado era Baise. Aunque, en honor a la verdad, no podemos colocar el presente disco a la altura de lo que hizo en su periplo noruego con The Vikings (aventura de relumbrón en la que le secundaban miembros de Turbonegro o The Yum Yums, ahí es nada). Nos encontramos más bien ante un divertimento, un producto fruto de la espontaneidad, cuyo espíritu es más cercano al grupo de colegas que quedan para tocar que a lo que podemos entender como un proyecto "serio". El 80% del disco se sustenta sobre material ajeno y el sonido no es ninguna maravilla, pero al igual que muchos lanzamientos nacionales de aquellos años (The Crepitos, Shock Treatment, Depressing Claim...) Posee un aura especial, un "algo" que pule las posibles imperfecciones y de lo que a buen seguro carece la casi totalidad del Rock nacional que se factura actualmente. No,estos tíos no inventan la pólvora, pero saben manejarla bien: Un elenco de versiones enfocadas al Punk Rock cosecha del '77 (Dictators, Buzzcocks o The Vibrators, entre otros), la adecuada dosis de decibelios y macarreo y una manera de cerrar el disco de lo más resultona: Una relectura de "Dear Miss Lonely Hearts" del gran Phil Lynott a la que le sustraen las guitarras á la Thin Lizzy para llevársela al terreno del Punk n' Roll que tan buenos resultados le dio a los Devil Dogs.
¿Imprescindible? Desde luego que no ¿Necesario? Para mí totalmente.
5 comentarios:
Yo beso (figuradamente) por donde pise Fernando Pardo.
¿Sólo figuradamente? :P
Hablando en serio, quien niegue que Sex Museum son más grandes que la vida, no rockea, o al menos no tanto como nosotros!
Sex Museum son una Religión, y uno de las pocas bandas sobre las que no tolero que se les falte al respeto en mi presencia.
Realmente la gente no sabe lo que tenemos aquí.
Todo un honor para mí que handgrenade heart salga mencionado por aqui!
Hey, Chick-a-boom!
Sobrados méritos tiene para que así sea! Eso sí, si lo actualizases más a menudo ya sería la ostia, jeje...
Rock On!
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