R'n'R Way Of Life - Los Grandes Infravalorados (I)

Cualquiera que frecuente -aún de cuando en cuando- estas páginas lo sabe: Aquí se agasaja como es debido a los que, por mil motivos, no saborearon las mieles del éxito en su día, también a los que jamás lo harán o a los que se quedaron a un paso de hacerlo. Así, siguiendo las buenas costumbres que por aquí se estilan me disponía a rescatar uno de esos redondos con la palabra "olvido" marcada a fuego sobre él en particular y sobre el grupo que lo creó en general... Y por mi cabeza se produjo todo un desfile de nombres que lo tenían todo, no sólo para alcanzar un relativo éxito, sino para arrasar con todo a su paso y, en algunos casos, ponerse a la cabeza de su generación, y que por contra, moran en el abismo de los grandes olvidados del Rock. No es la intención de este artículo el lamentarse de que los Diamond Dogs no sean una Arena Band o que no se considere a los Supersuckers como los Thin Lizzy del siglo XXI, más bien pretendo dedicarle unas líneas a todos aquellos que, estando en el momento y lugar adecuados y por extraños designios del destino, no se comieron una rosca, o no todas las que debieran. Comencemos pues.


New York Dolls

Si hay un primer nombre al que colgarle la etiqueta de "infravalorados" ese es el de las muñecas de New York City. Glamíticos hasta el paroxismo, soltando guitarrazos sobre sus tacones de aguja y versión de alcantarilla de los Stones. Ok, no era la combinación ideal para triunfar en 1994, pero es que estábamos en el '71! Por aquel entonces verdaderas locazas como Marc Bolan triunfaban y hasta los Rolling tuvieron sus devaneos con el Glam. Y es que los de Johanssen vieron la apuesta de aquellos inglesitos en su "Exile on Main Street"... Y la subieron: Voces aullantes, riffs guarros heredados en buena medida de los 50's y actitud al límite, asi las cosas, ¿Qué demonios pudo salir mal? Algunos expertos en el tema apuntan que su desmedido amor al lado oscuro del negocio -fiestas sin fin, drogas, muertes- fue la piedra de toque de sus desgracias, aunque, que cojones! Hasta donde yo sé, los primeros diez años de la carrera Jagger/Richards estuvieron sembrados de las mismas flores. Quizás llevaban la marca de los perdedores antes de asaltar ningún escenario, ya saben: Born To Lose. Pero no pongaís esas caras, esta historia -contra todo pronóstico- tiene un final feliz: En el 2002 los supervivientes de aquella historia volvieron para quedarse, y bueno, 28 años de ausencia dan para crearse una nueva remesa de fans, esperemos que no nos vuelvan a decir adiós.

Hanoi Rocks

Saltamos unos cuantos años y nos situamos en el 1979, la eclosión Punk ha puesto las cosas en su sitio en el mundo del Hard Rock y quedan enterradas las pretensiones de lanzar discos de solos infinitos, canciones kilométricas y alma bajo cero, por contra, es el sentimiento de diversión -y divertirse, of course- lo que inunda el género. Es en ese año cuando comienza el reinado de Van Halen, Def Leppard y de otros que también tendrían que haberse convertido en iconos vivientes: Hanoi Rocks.
Hará unas lineas decía que se trataba de bandas que aún encontrandose en el momento y el lugar adecuados no obtuvieron el reconocimiento merecido, es posible que los Hanoi cumpliesen la primera premisa, pero me temo que Finlandia no era el sitio más recomendable para comerse el mundo en aquellos años, más bien fueron ellos quienen abrieron la verja al R'n'R Escandinavo que surgiría a posteriori, bueno, a eso y a otras muchas cosas, y es que el de estos tipos es un caso inédito: Son tan influyentes como desconocidos, sin su álbum de debut no estaríamos hablando ni de Hair Metal, ni Sleazy -O sea que L.A 80's hubiese sido un coñazo- y es posible que buena parte del Punk Rock que se ha destilado en los últimos 25 años tuviese un sabor bien distinto de no haber sido por aquel "Bangkok Shocks, Saigon Shakes, Hanoi Rocks, Oriental Beat" con el que nuestros chicos hicieron su primera intentona de poner el mundo a sus pies -Ay! si ellos supieran...-

Ya en aquellos primeros pasos se adivinaba a una banda que de algún modo -llámalo underground o mainstream- iba a ser grande, tenían al frontman, todo un Michael Monroe que se comía las tablas a base de carisma y fuerza, tampoco podía faltar el guitar hero, Andy McCoy que además de tener toda una presencia de Gypsy n' Roller podía emular con su guitarra a tipos como Joe Perry o Scott Gorham. Era el típico liderazgo bicéfalo que en tantas otras bandas se ha dado (Stones, Aerosmith, Guns n' Roses...) Pero no, estos señores no estaban respaldados por un grisáceo elenco de músicos sin carisma, sino que les cubrían las espaldas un puñado de Rockstars de la talla de Sammi Yaffa -Bajo- Nasty Suicide -Rítmicas- y el malogrado Razzle -batería-. Por si fuera poco, este line-up parió discazos como rosquillas y tuvieron los cojones de intentar llevar su torbellino sónico por todo el globo, un duro trabajo que de algún modo prospera ya que le permite a nuestros chicos instalarse en una ciudad que les debe mucho, sí señores, hablamos de Los Angeles, enclave donde tendrá lugar, primero un "baño de masas" a escala reducida que dará paso a la degeneración total, luego a la tragedia -Razzle R.I.P- y finalmente a los consabidos malos rollos que harán que el grueso del grupo se vuelva a la gélida Finandia y se produzca la separación de la banda. Y así hasta 2002, año en que los fundamentales Monroe/McCoy se deciden a resolver sus diferencias y ponen en marcha de nuevo el motor de una banda que jamás se debería de haber detenido sacando de paso un par de discazos que pueden mirar de tu a tú a cualquiera de sus clásicos. Sí, en teoría parece el final feliz de una historia algo amarga, pero en mi mundo los Hanoi deberían jugar en la liga de unos Aerosmith o unos Guns n' Roses y mucho me temo que a estas alturas eso es completamente imposible.

The Georgia Satellites

Otro caso incomprensible es el de la falta de éxito que tuvieron los chicos de Dan Baird en la segunda mitad de los 80's -Una época en lo que todo lo que llevaba el prefijo o sufijo "Rock" triunfaba, al menos en los States- Los Georgia se presentaron en sociedad con el mitiquísimo E.P "Keep The Faith" en el que volvían a poner el Rock n' Roll de toda la vida en primer plano, pero sonando a ellos mismos. Se trataba de un artefacto completamente atemporal, con un puñado de himnos de aquí a la eternidad con especial mención al siempre efectivo "Keep Your Hands To Yourself", a estas alturas todo un clásico del Rock Americano a la altura de cualquiera que se os esté pasando por la cabeza. No pasó mucho tiempo hasta que salió a la calle el debut en el que, cómo no, los de Atlanta seguían en sus trece, a saber: Riffs vacilones con sabor a telecaster, buenas melodías y la voz nasal de Dan Baird como maestro de ceremonias. Toda una fábrica de hits, vamos (al menos si viviesemos en un mundo justo) Y la merecida fama seguía sin visitarles, pasaban algún que otro clip suyo por la MTV pero poco más, mientras, ellos se pateaban el país en un tour a la vieja usanza: En una furgo y surcando interestatales.

Y llegaron los 90's, una época en la que se dejó de prestar tanta atención a lo extramusical, de búsqueda de lo auténtico (O al menos eso se predicaba) y en la que bandas como The Black Crowes, con su fórmula de sabor clásico aguantaron con éxito el empuje del grunge y derivados. ¿Les favoreció en algo esta coyuntura a Rick Richards & Co.? Nada de nada, los Satélites siguieron pateándose el mundo con sus fenders en ristre, reviviendo los fantasmas de la Creedence y los Faces amén de desgranar un repertorio como el suyo, puro oro de muchísimos quilates, hasta que saltó la bomba: Dan Baird se largaba del grupo e iniciaba una carrera como solista, quedando como timonel de la nave el hasta entonces seis cuerdas y ocasional cantante Rick Richards, que ha liderado el grupo -O sus esporádicas apariciones- hasta la fecha. La triste historia de una banda que debería haber llenado estadios, aunque fuese en su país natal.

The Dogs D'Amour

Quizás sea por que el que os firma estas líneas es muy fan pero este me parece: El Caso, uno de esos misterios que debería ponerse en igualdad de condiciones a las esculturas de la Isla de Pascua o el triángulo de las Bermudas en lo que a misterio se refiere. Porque amigos, en los últimos tiempos se ha reivindicado y mucho el legado de Junkyard o los Rock City Angels -De estos últimos jamás entenderé el porqué- ¿Pero qué pasa con los perros del amor? Maldita sea, estamos hablando de la banda de Tyla, un tipo de los que no abundan, genial compositor, carismático y el responsable de una discografía (Ya sea con su banda madre o en solitario) repleta de momentos de pura magia, poseedor de una de las voces con más sentimiento que he escuchado en toda mi vida, y por si todo eso fuera poco, no eran -al menos en principio- unos outsiders, sino que se gestaron en el marco de un movimiento de moda, el del Sleazy. Ok, ni que decir tiene que todo se limitaba a unos cánones de imagen y actitud y que la música de estos tios se encontraba a algunas millas de altura de la de sus colegas del otro lado del Atlántico, pon a rodar clásicos de la talla de "Errol Flynn" o "In The Dynamite Jet Saloon" de su primera etapa y verás de que estoy hablando. Pero la cosa no quedó ahí, Tyla y sus compinches tomaron la década de los 90's por asalto con masterpieces como "Straight" -Infravalorado hasta por sus fans, sigue sin entrarme en la cabeza- o el sublime "More Unchartered Heights Of Disgrace",manteniendo de paso su reputación de banda de directo (Sí, hubo un tiempo en que Tyla se movía) Con eso y con todo, la banda malvivía de lo que hacía, girando mucho y recibiendo poco, ya que encima tuvieron la gran suerte de dar con algún que otro road manager más cabrón de la cuenta. Esto provocó el ya típico baile de nombres que finalizó con la disolución de la banda allá por la segunda mitad de los 90's. Habría que esperar algunos años para que Tyla retornase con "Happy Ever After", secundado por sus viejos colegas de antaño. Seguía la fuerza, seguía el poso melancólico, seguía la magia, todo parecía estar bien de nuevo, pero no, aquello no fue más que un espejismo y es que en menos de un año las cosas volvieron a estar como siempre, bueno, peores aún, y es que el alma mater de la banda ha mantenido su otrora buen nombre para arrastrarlo por el fango en discos mediocres y experimentos que a nada conducen.Trágico.

Urge Overkill

Y llegamos al último capítulo, al menos por hoy. Me despido hablando de otros grandes olvidados aunque a buen seguro miles de personas los habrán escuchado, en muchos casos sin saber ni quienes son siquiera, y es que los de Chicago consiguieron colar su cover del "Girl You'll Be a Woman Soon" de Neil Diamond en la BSO de Pulp Fiction, yo personalmente con conseguir algo así podría morirme tranquilo, pero lo cierto es que estos tipos tienen más, mucho más, tienen dos discos que deberían haber llegado más alto en aquellos 90's en los que cualquier revolución sónica conocía el éxito, y aunque estos tíos no practicasen una densidad pétrea, ni catalizasen sus demonios interiores en cada canción hacían algo completamente nuevo, no hay nada anterior que se parezca a lo que se puede oír entre los surcos de "Saturation" y "Exit The Dragon" dos referencias ineludibles de la pasada década. Nash Kato era un cantante jodidamente especial, y, porque no decirlo, tenía una presencia única! Ok, jamás fueron estrellas pero se rodearon de la aureola de estas: Cadillacs, trajes esperpénticos y martinis formaron parte indisoluble de su idiosincrasia, y la música....Que música! "Tequila Sundae", "Positive Bleeding", "Back On Me", "Need Some Air", "View Of The Rain"... con un par de álbumes y un puñado de años tenían un repertorio del que muchas supuestas bandas "veteranas" que llevan décadas en esto carecen, y eso es decir mucho. Pero ya sabemos, eran los 90's y la hipótesis más plausible que se me ocurre es que el éxito que a ellos tanto se les resistía fue acaparado por iconos más atractivos y mediáticos (llámalo X). Hará unos años hicieron una gira de regreso, dijeron que también habría disco, aún sigo esperándolo...

Bueno sólo me resta deciros que espero que hayaís disfrutado con la lectura de estas historias -de final mejorable- sobre un puñado de genios que han significado mucho para mucha gente, y que sin su presencia, el mundo sería un lugar más frío para muchos de nosotros.