Los tótems del R'n'R nacional volvían a recalar en nuestra ciudad, ¿La excusa? La edición del flamante "Fifteen Hits That Never Were", un redondo en el que la banda hace -un más que necesario- repaso a su ya dilatada trayectoria regrabando un puñado de temazos de los que abundan en su discografía.
Siempre es una buena ocasión para reencontrarse con estos tipos sobre un escenario, les avala un repertorio de oro, una actitud a prueba de balas y un saber estar sobre las tablas difícilmente igualable en el panorama actual, llámalo nacional o internacional (No, no estoy exagerando)
Y ahí estábamos los de siempre (y alguno más) esperando, por un lado y como siempre, un show matador de R'n'R sudoroso y pasado de revoluciones y por otro, que en esta ocasión la banda pudiera terminar la faena sin interrupciones, como sucedira el año pasado. Nuestro primer deseo quedó mas que confirmado al ver a la banda abrir con un poderoso "Ghost Without A Will" seguido de uno de sus himnos de siempre: "Two Sisters", abrir un concierto con dos andanadas de este calibre son ganas de hacer las cosas bien, joder! Ni que decir tiene que la diversión no había hecho más que comenzar y lo que aconteció fue un no parar de clásicos: "I've Lost My Faith", "Black Mummy", cuya temática Serie B enloqueció al respetable, "Let's Go Out" (de lo mejor de la noche), el desenfreno sexual de "Red Ones","Flyin' High", "I Won't Go Back", la polémica "I Enjoy The Forbidden"... y digo lo de polémica porque, a excepción de un servidor y de los que éste se acompañaba hubo una acogida bastante fría por parte del público (la "autenticidad" y sus bochornosas consecuencias) Pero a la banda pareció darle lo mismo, ya que no sólo la hicieron... Sino que encima la alargaron para deleite de los allí presentes!!! Ya desde los primeros compases del show los roles quedaron perfectamente definidos; todas las miradas estaban puestas en Miguel Pardo, enfundado en su esperpéntico atuendo "sixties" y en su papel de frontman físico y chulesco y en su hermano Fernando, que parecía poseído por el desenfreno eléctrico que manaba de su Flyin' V. Marta permanecía marcando el ritmo con su Hammond y totalmente en su mundo y la base rítmica cumplía con solvencia (el nuevo batera, dicho sea de paso, gana por goleada en carisma al fugado Loza y no le anda muy a la zaga en pegada). Sí, debe ser grande contar con una historia a tus espaldas que te permita sacar adelante shows así.
También hubo, como ya viene siendo habitual en la banda, un puñado de versiones a lo largo del show y a las ya consabidas "Minnesota Strip" (The Dictators) y "Whole Lotta Rosie" (AC/DC) Que a día de hoy podrían considerarse como parte indivisible del legado de la banda, hay que añadir su cover del "Unidos" (Parálisis Permanente) que se marcaron a modo de comunión con su público y si resulta extraño oír a Pardo cantando en castellano, más bizarra aún fue la "doble versión" que el y los suyos hicieron de Deep Purple y Beastie Boys (toma ya!) haciendo una fusión de la archiconocida "Smoke On The Water" con la fiestera "(You Gotta) Fight For Your Right (To Party)" Vivir para ver, sí señor. Aunque para versión con cojones (a la par que cierre de excepción) nuestros héroes tributaron (no sin antes vaciarse con un rocoso y enigmático "Something For Real") al bueno de Neil Young con un "Rockin' In The Free World" que fue un broche de lo más emocionante a la noche y en el que Fernando se reafirmó en su rol de Link Wray Hard Rockero (esos movimientos, esos guitarrazos:dinamita) y pusieron punto y final a un show en el que los Madrileños cumplieron nuestras expectativas, a saber: ofrecieron un concierto 10/10 (al alcance de MUY pocos) y no hubo que lamentar engorrosas interrupciones,que, si nunca son de recibo, en un show de estos tipos es delito.
Visto lo visto, sólo puedo reafirmarme en mi impresión de que estos tipos son uno de los secretos mejores guardados del R'n'R, resulta increíble que seamos sólo unos pocos (al menos en estas tierras) los que se rinden a los encantos de una banda con un frontman como el que nos ocupa, un Miguel Pardo, que es puro fuego sobre las tablas, descendiente por línea directa de la saga Iggy, respaldado por una banda que, a lo largo de dos décadas y desde sus inicios "teenagers mods" han coqueteado con el Garage, el Hard Rock, el Punk, la densidad Sabbathiana y hasta con el Pop, saliendo no sólo airosos , sino que añadiendo piedras angulares a su discografía. Pero bueno, siempre es un consuelo saber que yo y algunos de los míos somos partícipes de este pequeño (Gran!!!) secreto y que, de vez en cuando, año a año, seremos afortunados de presenciar shows de este calibre, de una banda que, hoy por hoy, ya son leyenda.
Siempre es una buena ocasión para reencontrarse con estos tipos sobre un escenario, les avala un repertorio de oro, una actitud a prueba de balas y un saber estar sobre las tablas difícilmente igualable en el panorama actual, llámalo nacional o internacional (No, no estoy exagerando)
Y ahí estábamos los de siempre (y alguno más) esperando, por un lado y como siempre, un show matador de R'n'R sudoroso y pasado de revoluciones y por otro, que en esta ocasión la banda pudiera terminar la faena sin interrupciones, como sucedira el año pasado. Nuestro primer deseo quedó mas que confirmado al ver a la banda abrir con un poderoso "Ghost Without A Will" seguido de uno de sus himnos de siempre: "Two Sisters", abrir un concierto con dos andanadas de este calibre son ganas de hacer las cosas bien, joder! Ni que decir tiene que la diversión no había hecho más que comenzar y lo que aconteció fue un no parar de clásicos: "I've Lost My Faith", "Black Mummy", cuya temática Serie B enloqueció al respetable, "Let's Go Out" (de lo mejor de la noche), el desenfreno sexual de "Red Ones","Flyin' High", "I Won't Go Back", la polémica "I Enjoy The Forbidden"... y digo lo de polémica porque, a excepción de un servidor y de los que éste se acompañaba hubo una acogida bastante fría por parte del público (la "autenticidad" y sus bochornosas consecuencias) Pero a la banda pareció darle lo mismo, ya que no sólo la hicieron... Sino que encima la alargaron para deleite de los allí presentes!!! Ya desde los primeros compases del show los roles quedaron perfectamente definidos; todas las miradas estaban puestas en Miguel Pardo, enfundado en su esperpéntico atuendo "sixties" y en su papel de frontman físico y chulesco y en su hermano Fernando, que parecía poseído por el desenfreno eléctrico que manaba de su Flyin' V. Marta permanecía marcando el ritmo con su Hammond y totalmente en su mundo y la base rítmica cumplía con solvencia (el nuevo batera, dicho sea de paso, gana por goleada en carisma al fugado Loza y no le anda muy a la zaga en pegada). Sí, debe ser grande contar con una historia a tus espaldas que te permita sacar adelante shows así.
También hubo, como ya viene siendo habitual en la banda, un puñado de versiones a lo largo del show y a las ya consabidas "Minnesota Strip" (The Dictators) y "Whole Lotta Rosie" (AC/DC) Que a día de hoy podrían considerarse como parte indivisible del legado de la banda, hay que añadir su cover del "Unidos" (Parálisis Permanente) que se marcaron a modo de comunión con su público y si resulta extraño oír a Pardo cantando en castellano, más bizarra aún fue la "doble versión" que el y los suyos hicieron de Deep Purple y Beastie Boys (toma ya!) haciendo una fusión de la archiconocida "Smoke On The Water" con la fiestera "(You Gotta) Fight For Your Right (To Party)" Vivir para ver, sí señor. Aunque para versión con cojones (a la par que cierre de excepción) nuestros héroes tributaron (no sin antes vaciarse con un rocoso y enigmático "Something For Real") al bueno de Neil Young con un "Rockin' In The Free World" que fue un broche de lo más emocionante a la noche y en el que Fernando se reafirmó en su rol de Link Wray Hard Rockero (esos movimientos, esos guitarrazos:dinamita) y pusieron punto y final a un show en el que los Madrileños cumplieron nuestras expectativas, a saber: ofrecieron un concierto 10/10 (al alcance de MUY pocos) y no hubo que lamentar engorrosas interrupciones,que, si nunca son de recibo, en un show de estos tipos es delito.
Visto lo visto, sólo puedo reafirmarme en mi impresión de que estos tipos son uno de los secretos mejores guardados del R'n'R, resulta increíble que seamos sólo unos pocos (al menos en estas tierras) los que se rinden a los encantos de una banda con un frontman como el que nos ocupa, un Miguel Pardo, que es puro fuego sobre las tablas, descendiente por línea directa de la saga Iggy, respaldado por una banda que, a lo largo de dos décadas y desde sus inicios "teenagers mods" han coqueteado con el Garage, el Hard Rock, el Punk, la densidad Sabbathiana y hasta con el Pop, saliendo no sólo airosos , sino que añadiendo piedras angulares a su discografía. Pero bueno, siempre es un consuelo saber que yo y algunos de los míos somos partícipes de este pequeño (Gran!!!) secreto y que, de vez en cuando, año a año, seremos afortunados de presenciar shows de este calibre, de una banda que, hoy por hoy, ya son leyenda.
Y no quisiera terminar esta crónica sin darle las gracias a Natalia, que con sus fotos ha hecho que esto sea algo más que un montón de palabras.
1 comentario:
Una sorpresa de blog. Sois la hostia. Yo tb soy de Sevilla pero no pude ir al concierto. ¿El próximo? Loquillo el 18. Lo vi de telonero de los Rolling este verano en el que era el último concierto de la historia con los Trogloditas y flipé.
Estais invitados a mi blog:
www.bunkersonico.blogspot.com
Saludos.
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