Como artista que se precie, Cash contó con un mecenas de primera categoría: Rick Rubin, el productor musical que dejará de lado el hip-hop y el trash-metal para dedicarse por entero a él, un gran reto sin lugar a dudas. Cash por aquel entonces era considerado como toda una reliquia del country mas arraigado y carcelario, había sobrevivido nada menos que a los Beatles en las lista de ventas, pero la década de los 80 y los 90 digamos que no le habían tratado demasiado bien, musicalmente hablando. La simbiosis entre ambos es inmediata, Rubin habla poco y escucha mucho, Cash se olvida de su conservadurismo musical y se deja aconsejar, ambos están de acuerdo en algo esencial: no aceptan intromisiones . La fórmula que les llevaría al éxito, seria arriesgada a la vez que sencilla. El mecenas impone una filosofía espartana al hombre de negro, nada de efectos, mezclas o coros extravagantes y para qué temas mediocres, cuando la década de los 90 ha dado tanto! Versiones? Puede, pero es significativo algo que me ocurre a mi y me consta que a muchos, y es que, desde la primera vez que las escuchas, llegas a olvidarte de que han existido otras anteriores. Cash, en el crepúsculo de su vida y para deleite de todos, nos revela ese don que muy pocos artistas poseen.Grabarían más de cien canciones, no hablaré ni de la mitad, y ni siquiera os lo contaré yo. Los American Recordings entraña algo que se eleva por encima de lo técnicamente musical, están ligados a la sabia madurez y a la serenidad que sucede a los excesos de la juventud. Es el testamento de Cash y como tal está escrito a navaja en su voz y en su guitarra.
American Recordings I
Como un Robert Mitchum en “La noche del cazador”, Cash se nos aparece con la contundencia del predicador que quiere difundir su doctrina: el amor y el odio, la biblia y el revólver. “Ni siquiera utilizé una púa, cada nota del álbum la puso mi pulgar” La filosofía espartana de la que hablábamos antes, se pone de manifiesto más que en ningún otro volumen, su voz austera se eleva por encima de todo, sin que por ello resulte demasiado crudo. Es una belleza sencilla y sin alardes la que da el pistoletazo de salida al resurgir del fénix. Abre el redondo “Delia’s gone” o como deshacerse de dama molesta a base de balas, asimismo, destaca la versión del “Thirteen” de Danzing o la de Waits “Down there by the train”, el predicador además está inspirado y nos lo muestra en “Redemption” y “The man who couldn’t cry” Sí, se arrepiente de su pasado pecador pero no olvidemos que es quién mató a un hombre en Reno solo por el placer de verle morir…
American Recordings II: Unchained
El más optimista de todos. Unchained significa un giro con el anterior y ello es fruto de la intoducción de nuevos elementos. Se deja acompañar en la grabación de este nuevo volumen por una banda que no podía ser otra, Tom Petty y sus Heartbreakers infunden un soplo de vitalismo, un aire de modernidad. Las melodías perfectas y las versiones cada vez más acertadas lo consolidan y lo vuelven imparable. En “Sea a heartbreak”, Cash derrocha lo mejor de sí mismo, en la arenosa versión de “Rusty Cage”, lo imaginamos a lomos de un caballo por los desiertos de Arizona, rebelde en “I never picked cotton” , esperando su cita con la muerte en “We’ll meet again”…El cowboy de negro se siente cada vez más seguro en su nueva andadura, eso sí, siempre expectante, siempre profético
American Recordings III: Solitary man
El fantasma de la enfermedad empieza a deteriorar la salud de Cash, el dolor empieza a hacer mella en su cuerpo y su espíritu. Rubin tiene que trasladarse a la casa de Johnny para seguir grabando. Sus fuerzas para seguir se resienten pero no desfallece. Y que mejor respuesta podría dar que “I Wont back down”! La sublime versión del tema de Tom Petty inaugura esta entrega y a lo largo de él, Cash mucho más sombrío pone sobre el tapete los fantasmas que le persiguen, “Solitary man” la versión de Neil Diamond, “I see a darkness”,”I’m leaving now”… A partir de este disco deberemos leer entre líneas, su voz cada vez más desgarrada es la voz de una leyenda que empieza a forjarse. El hombre de negro lanza a un lago la silla de ruedas en la que está postrado, es su último gran duelo.
American Recordings IV : The man comes around
“Creo firmemente que es el mejor disco que hemos hecho, va más allá de los anteriores…” y no se equivocaba, el leit motiv de este American Recordings IV es su espíritu luchando por sobrevivir. La relación de Johnny y Rubin se estrecha, y la labor de este último toca en este disco el cielo de la perfección, una producción magistral que se pone de manifiesto en “Danny Boy” grabada en la catedral episcopal de los Ángeles. Rubin sincroniza con los demonios de Cash, por ello le propone una versión que al principio le desconcierta, pero que se convertirá en su favorita. Estamos hablando de la ya casi inmortal “Hurt”, el tema de Trent Reznor de la que dirá Cash“es la mejor canción sobre drogas que he escuchado nunca”. El resultado es tan grandioso que el intuitivo Rubin decide grabar además un video clip donde, éxitos y fracasos pasan por los ojos de Cash, mientras vierte vino enérgicamente sobre una mesa repleta de manjares y que simbolizan su ya inalcanzable juventud.“The man comes around” merece una atención especial, la letra hace referencia al Apocalipsis, en concreto al libro de las revelaciones y trata de un hombre que viene al mundo a pasar lista y a decidir a quién salvar y a quién echarle la culpa. La inspiración de la que se sirve es significativa, Cash, hombre religioso a la par que supersticioso da mucha importancia al significado de sus sueños.”Un día soñé con un árbol dentro de un huracán, me sonaba a algo bíblico, lo busqué y lo encontré en el libro de Job. Entonces decidí hacer lo que suele hacerse en estos casos me puse a escribir mi propia revelación”“Personal Jesús”la canción de U2 pone el toque gospel, "In my life" de los Beatles, "Satisfied mind" o “Bridge over trouble”… Ningún estilo, ninguna época puede con este árbol en el huracán…
American Recordings V: A Hundred Highways
Johnny Cash fallece el 12 de Septiembre del 2003. A Hundred Highways es ideado antes de su muerte y las partes vocales ya habían sido grabadas, las instrumentales se grabarían en el 2005 y en el 2006 es cuando vería la luz este hijo póstumo. En él se encuentran temas de Bruce Springsteen como"Further up on the road" o "If you could read my mind"de Gordon Lightfoot. Cortes como "Loves been good to me",“Legend in my own time”o la implacable “God gonna cut down” capaz de hacer sentir temor de dios al más agnóstico, hacen de este disco un regalo a todos los que sintieron su muerte . "Like the 309" fue la ultima canción que escribió en vida y describe el viaje de su ataud en un tren que se aleja...Este disco subió a lo más alto en las lista de ventas.
Durante un breve periodo de tiempo, hubo un museo llamado “House of Cash” la autopista 32E que pasa por la calle principal de Hedersonville es conocida como "Johnny Cash Parkway", anuncios de grandes firmas recurren a sus canciones, prestigiosos directores de cine hacen lo propio en sus películas. Pero ¿donde reside el auténtico testamento de Johnny Cash? Simple y llanamente en sus canciones, es ese centenar de canciones que grabó en sus últimos años de vida, y que todavía están esperando ser mostradas al mundo. Ningún artista muere mientras haya un legado que escriba las líneas de su vida...
Aqui finalizo mi particular homenaje que tanto me ha costado dar forma. A la espera del American Recordings VI, para mí el hombre de negro sigue cantando para presidiarios y sigue caminando por la cuerda floja, él no sabía ni quería caminar de otra manera.
1 comentario:
Acabo de descubrir tu blog. Magnífico, por cierto. Y curiosamente veo que están en fase Cash-American. Justo hace un par de dias, recuperé el American III-Solitary man. Tremendo. No sé cual de todos me gusta más, pero las versiones de este disco son terroríficas.
Un saludo
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